Imagina atardeceres que se mueren en tus ojos
entre campos de ironía que atraviesan mis sentidos,
imagínate mi aliento entre tus tibios labios rojos
que desnudan suavemente el palpitar de mis oídos…
Imagina los “te quieros” susurrando entre tu pecho,
resbalando entre el aroma de tu ser que me envenena,
y llenando de caricias tu delgado vientre estrecho
mientras me hago prisionero de tu dulce piel morena…
Yo,
que me atrevo a soñar con el infinito de tu mirada
mientras recorro tus montes en lo profundo de mi mente,
y desnudo tu inocencia entre una eterna madrugada
que desgarra mi razón y me devora lentamente…
Imagina las estrellas admirando tu hermosura
y la brisa entre tu pelo desatando primaveras,
mientras juego con tu cuerpo entre una fría noche oscura
al compás de lo que dicte ese vaivén de tus caderas…
Imagíname escribiéndote una vez este poema
susurrando entre el silencio cada verso en el vacío,
y dejándome desnudo en la mitad de este dilema
que se ahoga como el fuego entre el sabor del viento frío…
